Santiago Asama, el chef artista

Siempre me ha gustado el arte, aún sin ser plenamente consciente de ello. Tal vez porque soy muy receptiva a la belleza.

Hay arte en todas partes: en las estanterías de algunas librerías, en los escaparates de ciertas tiendas, en el ramo de flores que te preparan en esa floristería de barrio, en la gastronomía…

Y por supuesto, hay arte en todas las personas.  Y justo de eso quiero hablaros en éste artículo. Siguiendo la línea que empecé con mi trabajo en: «El arte de uno mismo«, donde hablaba de la artista Eva Ríos, hoy quiero hablaros de otro de esos «genios anónimos«: Santiago Asama.

 

Nuestra historia

El caso de Santiago, mi querido Santi, es muy especial para mi.

Nos conocimos hace muuucho muuucho tiempo, trabajando en una cadena de comida americana. Éramos unos pipiolos, y enseguida conectamos, porque Santi es de ese tipo de personas que te hacen sentir bien a su lado. Tranquilo, tímido (menos de lo que él cree…), y con ese arte que desprende, que lo lleva desde la cocina hasta la música, pasando por la pintura, virtud que por aquel entonces desconocía.

Por aquella época, pasábamos tardes en su casa, con el teclado, soñando con que alguien cantara mis canciones bailando sobre su maravillosa música… aunque realmente él era el único que creía en mis letras… Santi, un buen amigo. ¿Quién va a creer en ti si no lo hacen tus amigos?

 

 

Pasó el tiempo, años, muchos años, y perdimos el contacto. Es lo que tiene hacerse mayor.  Un día, entrando en un restaurante, una voz a mi espalda dijo: Ana!?

Y así fue como retomamos una amistad que quedó suspendida en el tiempo, mientras nos iban pasando cosas. Cosas que no hemos parado de contarnos; eso es lo maravilloso de la amistad, de una buena amistad, que el espacio-tiempo desaparece.

Arte por todas partes

Y, poniéndonos al día, conozco su faceta de pintor. «Bah, apenas unos garabatos«, me dice. ¿¿En serio?? ¡¡¡Santiii!!! auténticas obras de arte.

Es lo que tiene la humildad, que sin control puede resultar peligrosa. Puede hacer que nos perdamos cosas maravillosas. Y el arte es algo que nadie debería perderse.

Porque el arte  no se encuentra solo en los museos o en las galerías. Insisto, el arte está por todas partes. Sólo hay que cambiar la forma en que miramos. Es algo que nos pertenece,  nos da identidad como individuos y nos diferencia del resto. Porque el arte cura, fortalece, embellece y nos hace mejor personas, porque saca lo mejor de nosotros mismos, aunque sólo sea por un ratito.

A muchos os puede resultar exagerado, pero aunque no te creas una persona especialmente sensible, prueba a recordar cómo te sentiste alguna vez que te sorprendió algo por su belleza: la decoración de aquel local, ese día que tu chic@ apareció más guap@ de lo normal, la canción de un cantautor desconocido que se desnudaba en un bar casi vacío, un cortometraje que no puedes olvidar..

 

“Sólo la imaginación nos permite ver las cosas con su verdadero aspecto, poner aquello que está demasiado cerca a una determinada distancia de tal forma que podamos verlo y comprenderlo sin parcialidad ni prejuicio, colmar el abismo que nos separa de aquello que está demasiado lejos y verlo como si nos fuera familiar. Esta “distanciación” de algunas cosas y este tender puentes hacia otras, forma parte de un diálogo establecido por la comprensión con ellas; la sola experiencia instaura un contacto demasiado estrecho y el puro conocimiento erige barreras artificiales.”

H. Arendt, De la historia a la acción, Barcelona, Paidós, 1999

Santiago y el arte

Fue gracias a su tío Agustín, por el que empezó su interés por el arte, concretamente por la fotografía, otra de sus grandes aficiones.

Él era fotógrafo y también pintaba. De hecho, uno de sus dibujos (dos perros bóxer realizados a lápiz) le impactó tanto que fue lo que realmente le enganchó a empezar en el mundo de la pintura.

» En la fotografía aprendes a mirar de una forma diferente y apreciar las luces y las sombras» 

Y esta afición la unió con otra más, la del mundo de las carreras de coches. Mundo apasionante donde los haya, ha viajado por varios países de Europa: Bélgica, Alemania, Inglaterra, Italia, Francia. Ha conocido los circuitos mas importantes del mundo, de la mano del «gran piloto y mejor amigo Ángel Santos« y del Equipo español de la Ferrari Challenge.

Allí se  rodeó  de «lo mejor» a nivel mundial, dentro del mundo del motor; pilotos como Michael Shumacher, Marc Gené, Felipe Massa, etc…. disfrutando de las carreras y de la fotografía deportiva.

«Dicen que «Aprendiz de mucho maestro de nada» y yo, personalmente, creo que pocas cosas he hecho y afortunadamente me quedo con las sensaciones que cada una de las cosas que hago provoca en mi vida. Disfruto del proceso de todo lo que hago y de cada una de ellas por muy complicado que pueda ser. Me declaro autodidacta  y aunque me hubiera gustado haber acortado ciertos autoaprendizajes,  pero por mi profesión de cocinero (Chef) el tiempo es el que tengo, valioso y codiciado al máximo».

 

 

La música, otra de sus grandes pasiones, ha estado unida a Santiago desde su infancia. Toca en una banda, «mi banda«, con la que lleva disfrutando desde hace muchos años a ritmo de batería, aunque últimamente ha cambiado éste instrumento por el piano: «es lo que más me gusta».

Ésta vinculación con el mundo de la música, le ha llevado a crear un maridaje único con el cine, teniendo como culminación la creación de la banda sonora para dos cortometrajes: Los años perdidos de Rebeca Calle y Muros de papel de Daniel Matarranz.

 

 

Y…cómo no, la pintura. Arte que sigue enamorando a todo aquel que ve una obra suya, y el que ha inspirado éste artículo.

 

 

Obra

Quiero haceros recordar todas esas sensaciones que os produce el arte, para que las identifiquéis cuando veáis las obras de Santiago Asama.

«Lo que yo hago, como lo hago y desde donde lo hago, huye de lo bueno, lo malo, lo mejor o lo peor. Simplemente disfruto los procesos, los silencios, los tiempos, los espacios, sin más. He aprendido, y no hace mucho tiempo, que no tenemos la responsabilidad ni la carga de hacer feliz  a nadie, sino que debemos ser felices individualmente y compartir. Que cuanto más feliz seamos, más tenemos que compartir y transmitir»

 

 

En éste artículo, os he ido enseñando parte de su trabajo con la pintura, concretamente la enfocada hacia la monocromía con bolígrafo. pero tiene muchas más obras. Le apasiona la acuarela, técnica que ha utilizado ya en varias ocasiones y sobre la que pretende empezar a profundizar.

Éstas y muchas más piezas las podréis ver en la próxima exposición que Santiago tiene programada, GARABATOS: «dícese del rasgo irregular hecho con un instrumento para escribir o dibujar».

La inauguración será el día 2 de Marzo, de 19.00 a 20.30, en We Business Center y permanecerá varios meses.

Es maravilloso que existan espacios como éstos, para poder dar visibilidad a artistas como Santiago Asama, y que todo el mundo pueda tener la oportunidad de disfrutar de sus trabajos.

 

 

Os veo a todos en la presentación de ésta exposición. Pasarán un montón de artistas y amigos y, como no podía ser de otra manera, no faltará la música en directo.

Espero que os haya gustado éste artículo y, como siempre, abierta a vuestros comentarios y/o sugerencias.